lunes, 30 de marzo de 2009


“No quiero un Pentium, quiero un roble.
Tampoco quiero un mp3, sino el mar y la nieve…
Quiero lo que intuyo que soy, no trastos”

La circunferencia, Alex Bravo.


No quería un Pentium pero lo tiene, no quería un mp3, pero lo tiene.
No tiene un roble, ni el mar ni la nieve. Tiene trastos…
Todos tenemos trastos, es una enfermedad contagiosa, necesitamos vacunarnos.

¿Quien tiene un roble?


Es curioso como las personas a lo largo de los años y de la historia hemos ido perdiendo lo que realmente somos, nuestra esencia, nuestra naturaleza. Absorbidos y manejados por la publicidad, los gobiernos, las multinacionales…consumismo innecesario que pocas veces nos proporciona felicidad, ni serenidad, sino todo lo contrario.

Existen personas que son conscientes de ello, o que lo han sido por un instante. Un minuto contemplando un paisaje, un minuto contemplando el mar… Se puede recordar lejana esa sensación de paz. Lo triste: no poder conservarla. Ahí está la verdad.

Tan lejos está la paz, la serenidad? Sólo en un paisaje que vemos puntualmente una vez al año en una vacaciones prediseñadas?

Yo no me conformo, yo sí busco mi roble.

Creo firmemente en la experiencia, en conocer, en saber, todo te va dando la sabiduría para poder, cuando llegue el momento, elegir con claridad. Vivimos dentro de este mundo, tenemos que saber vivir en él sin estar en un estado de continuo y permanente enfado por las injusticias y barbaridades que aquí se producen. Una vez que hayamos aprendido a vivir en calma interior con nosotros mismos, a aceptar y respetar, creo que estamos preparados para salirnos de él cuando queramos.

Podemos vivir de manera flexible, y buscar nuestra paz y serenidad, nuestra esencia dentro de nosotros mismos.

“Debes saber bien lo que te hace avanzar y lo que te retiene y elegir el camino que te lleve a la sabiduría” Buda

Me encanta esta frase!! La utilizo mucho. Elegir el camino, esa es la cuestión! O el camino nos elige a nosotros? Creo que ambas cosas, por eso invito a ver robles donde no los haya, pues a veces el camino se torna oscuro y los robles no se ven fuera, hay que verlos dentro.



Muchas personas consiguen salir de vez en cuando de este supermundo. Algunos lucharán por unos valores y unas creencias, otros se expresarán mediante cualquier tipo de arte, otros dedicarán su tiempo libre a la lectura, otros a la música, otros a viajar…otros a su desarrollo personal, pero cada uno de nosotros forma parte dentro de este sistema, nos guste más o nos guste menos, lo importante es no perderse en él. Podemos adaptarnos y hacer nuestro rinconcito, primero en nuestro interior, después fuera.

Tengo un Pentium, pero también tengo el cielo.
Tengo un mp3, pero también tengo flores.
Tengo una televisión, pero también largos ratos de silencio.
Tengo un coche, pero también tengo el sonido de los pájaros al despertar.
Tengo, tengo, tengo…tantas cosas…¿Las veo todas?


Busca!
Un rinconcito especial, el que nos saca del mundo, creo que cada persona debería buscar dentro de sí mismo lo que les proporciona paz, serenidad, felicidad…. Y poder disfrutar de un cielo, de sus nubes, de una flor en el camino, del abrazo de un ser querido, hacer de cotidianos instantes un continuo placer. Valorar cada vez más los detalles más insignificantes. Desarrollar facultades escondidas como dibujar, pintar, escribir, cantar, tocar un instrumento…no importa! Dejar volar la imaginación…Puede haber un roble en cualquier sitio, aunque cueste trabajo encontrarlo…

Lo estoy consiguiendo, estoy en este camino. No podría vivir sin mirar el cielo cada día, desde el coche observo el maravilloso campo que nos da de comer, los animales cada día me hacen sentir más curiosidad. El color de las flores, sus formas y olores están despertando en mí un interés por la jardinería que pronto quiero poner en práctica. Quiero pintar, no tengo ni idea, pero ya tengo los pinceles y el blog. Me sigo enfadando con el mundo, pero no importa, llorar también es bueno.

Que la persona adecuada me coja la mano…también me emociona.
No cerrarme al amor, vivir mis sentimientos con aceptación y alegría, vivir el presente, el ahora….

Las pequeñas experiencias y los pequeños detalles me alimentan. El presente me alimenta. Todo está dentro.

Yo elijo no ser una rata de ciudad, como dice mi nuevo escritor preferido en alguno de sus escritos, pero si lo fuera, no sería una rata, sería un gorrioncillo, de esos que van y vienen… también sabría ser feliz y no perder mi esencia.


“ Si dejásemos volar a nuestro ser seguro que se lanzaría a viajar,
recorrería bosques, montañas y lagos y en alguno de ellos se detendría.
Respiraría profundamente y acabaría diciendo: “Éste es mi sitio” “

La magia de la hadas, Emerald O,Callagham

martes, 17 de marzo de 2009

MI NUEVO ESCRITOR PREFERIDO




“Quiero oler los aromas de la naturaleza.
Quiero salir de mi hogar al exterior y sentirlas, que me penetren.
Y contemplar. Y meditar contemplando.
Quiero el silencio original. Pido tanto?”

La circunferencia , Alex Bravo



Leí una vez que cuando alguien se emociona o llora ante la grandiosidad y la belleza de la Naturaleza se crea un ángel. Yo me emociono y lloro ante la belleza del interior de la persona que escribe este texto y otros que iré mostrando. Seguro que hay ángeles observando estas lágrimas, esta emoción, por que le veo, le siento, le intuyo y las lágrimas no pueden quedarse encerradas.

La primera vez que leí un texto suyo sentí profunda tristeza, leí a un alma desorientada, negativa, pero consciente e inteligente a la vez, buscando su luz o pidiendo ayuda. Sentí unas ganas tremendas de sacarlo a la claridad, a la luz del día, al sol que nos da calor y energía. Él se

definió como alma oscura, yo lo definí como alma perdida.

Existen muchos tipos de escritores, a cada lector le atrapa un tipo en concreto, quizá varios. Yo fui atrapada por las lecturas para el alma y el espíritu. Para nuestro desarrollo personal interno. Quizá algunas llamadas de autoayuda, pueden considerarse así. No comencé estas lecturas por que estuviera atravesando un mal momento, ni mucho menos, fue casual, los libros me llamaban y encontraba en ellos las respuestas que necesitaba para mi vida, me reafirmaban en mis creencias, mis emociones, mis sentimientos. Me guiaban e iluminaban, aún lo hacen.

Algunos escritores utilizan su potencial literario para contarnos historias que hacen volar la imaginación, los admiro, nos hacen soñar con otros tiempos, otras vidas…yo no sé inventar historias. Pero este tipo de lectura no me ha atrapado, por ahora.

Algunas lecturas o libros no necesariamente tienen una enseñanza implícita ni es su objetivo, pero cuando leo las experiencias o escritos de una persona realmente me emociona y enseña, cuando alguien abre su corazón a través de las palabras siento una profunda admiración y gratitud. Esa persona queda desnuda y es muy difícil encontrar a alguien que muestre su interior en estos tiempos que vivimos. Da igual el fondo y la forma, da igual la belleza de las palabras utilizadas y dan igual las figuras retóricas que utilice. Lo que sale del corazón es lo importante. Lo que me transmite, lo que me emociona. Lo que me enseña.

De esta forma encontré a mi nuevo escritor favorito, de una forma casual, sus escritos llegaron a mis manos a través de un mail. Y me siento afortunada, pues puedo hacerle preguntas al autor, puedo escuchar sus palabras de cerca, mientras me lee en la intimidad, puedo conocerle por dentro a través de lo que escribe y a través de su vida, que ahora forma parte de la mía.


Por eso en nuestra historia cobran especial importancia las palabras, sobre todo las escritas. Las que permanecen para siempre, las que no se lleva el aire y las que puedo recordar cuando estamos lejos, pues lo escrito salió del corazón y lo escrito fue verdad. Es verdad.

A través de nuestras cartas se siente la historia que nos empieza a unir, se vive. Es nuestra manera de sentir, de hacernos sentir el uno al otro.

Por lo que no me queda más que agradecer a las letras, a quien inventó el alfabeto y a quien me enseñó a leer, pues dudo que esta historia hubiera avanzado de no ser por las palabras que nos obligaron a abrir nuestros corazones…………

jueves, 5 de marzo de 2009

El encuentro con los demás






“El destino dicta el encuentro con los demás. Pero lo que decidamos después de que hayamos encontrado una pareja depende de nuestra elección, de nuestra libre voluntad. Una decisión errónea o una oportunidad desaprovechada puede conducir a una gran soledad y mucho sufrimiento. Un acierto en la elección, una oportunidad aprovechada, nos puede proporcionar profunda felicidad………

Hay alguien especial para cada uno de nosotros. A menudo nos son destinados dos, tres y hasta cuatro seres. Pertenecen a distintas generaciones y viajan a través de los mares, del tiempo y de las inmensidades celestiales para encontrarse de nuevo con nosotros. Proceden del otro lado, del cielo. Su aspecto es diferente pero nuestro corazón los reconoce, por que los ha amado….Estamos unidos a ellos por los vínculos de la eternidad y nunca nos abandonarán.
Es posible que nuestra mente diga: “Yo no te conozco”. Pero el corazón sí le conoce.

Él o ella nos cogen la mano por primera vez y el recuerdo de ese contacto trasciende el tiempo y sacude cada uno de los átomos de nuestro ser. Nos miran a los ojos y vemos a un alma gemela a través de los siglos. El corazón nos da un vuelco. Se nos pone la piel de gallina. En ese momento todo lo demás pierde importancia.
Puede que no nos reconozcan a pesar de que finalmente nos hayamos encontrado otra vez. Sentimos el vínculo que nos une. También intuimos las posibilidades, el futuro. En cambio, él o ella no lo ve. Sus temores, su intelecto y sus problemas forman un velo que cubre los ojos de su corazón, y no nos permite que se lo retiremos. Sufrimos y nos lamentamos mientras el individuo en cuestión sigue su camino, tal es la fragilidad del destino.

La pasión que surge del mutuo reconocimiento supera la intensidad de cualquier erupción volcánica, y se libera una tremenda energía.
Podemos reconocer a nuestra alma gemela de un modo inmediato. Nos invade de repente un sentimiento de familiaridad, sentimos que ya conocemos profundamente a esta persona, a un nivel que rebasa los límites de la conciencia, con una profundidad que normalmente está reservada para los miembros más íntimos de la familia. O incluso más profundamente. De una forma intuitiva, sabemos qué decir y cual será su reacción. Sentimos una seguridad y una confianza enormes, que no se adquieren en días semanas o meses.

Pero el reconocimiento se da casi siempre de un modo lento y sutil. La conciencia se ilumina a medida que el velo se va descorriendo. No todo el mundo está preparado para percatarse al instante. Hay que esperar el momento adecuado, y la persona que se da cuenta primero tiene que ser paciente.

Gracias a una mirada, ensueño, un recuerdo o un sentimiento podemos llegar a reconocer a un alma gemela. Sus manos nos rozan o sus labios nos besan, y nuestra alma recobra vida súbitamente.

Puede tratarse de nuestro ser amado que, a través de los siglos, llega a nosotros y nos besa de nuevo para recordarnos que permaneceremos siempre juntos, hasta la eternidad.”

“Lazos de amor”
Brian Weiss



Es curioso cómo los libros han influido en mi vida, me han aportado luz y claridad, me han recordado seguramente lo que ya sabía y me han enseñado lo que me faltaba por aprender. He interiorizado muchos párrafos y frases, se quedan dentro, como una experiencia más, siempre me acompañan.

Eso me pasa con este texto de Brian Weiss, cuyos libros, experiencias y enseñanzas son un tesoro para mí. Agradezco profundamente que “Los mensajes de los sabios” llegaran a mi vida, pero el texto que abre este escrito de “Lazos de amor” realmente me emociona. Y puedo ver mi vida a través de mis relaciones, a través de las almas que me han acompañado. De esta forma ordeno mi vida, es mi manera de verlo todo con claridad.

Así a través de mis escritos quiero expresar y plasmar mis experiencias, mi aprendizaje, mi evolución, enseñar mi alma, dejarla desnuda y limpia. YO SOY lo que me han regalado mis relaciones, tanto de amor como de familia y amigos. YO SOY lo que he dado y lo que he recibido. YO SOY lo que he aprendido y lo que he superado. YO SOY lo que he agradecido y lo que he perdonado. YO SOY mis defectos. YO SOY mis virtudes.

Quizá cronológicamente me es más fácil ordenar mi vida en función de mis relaciones amorosas, de unión más íntima. Hay un rinconcito en mi corazón para cada uno de los seres que ha provocado en mí el sentimiento más bello del mundo, hay un rinconcito de amor, de recuerdo, una sonrisa para cada uno. A cada uno le dedicaré su parte en estos escritos. También le dedicaré su parte a personas importantes en mi vida, se lo merecen son parte de mí. YO SOY parte de ellas.

Tendrán también importancia en este escrito frases, párrafos de autores que me hablan, nos hablan a todos, yo les escucho como si me hablaran a mí. Y les respondo con mi vida, mis actos, mis pensamientos, mis sentimientos.

Siento que es el momento de empezar a escribir mi historia, mis historias, pues me siento en calma interior, me siento serena y tranquila con mi vida, a pesar de lo problemas que pueda haber. Me acepto y me quiero como soy, con lo bueno, y con lo malo, con lo que tengo y con lo que no tengo. Es un buen momento para comenzar. Es un buen principio.




Espero que estas experiencias también puedan emocionar a otras personas, que puedan aprender y reflexionar. Es mi manera de ayudar, es lo que soy.