domingo, 31 de enero de 2010

BORRADORES: LAS PALABRAS (1ª parte)


Aunque soy de ciencias puras las letras siempre me buscaron, por eso la experimentación, la argumentación y la practicidad son importantes componentes del laboratorio de mi vida, pero altas dosis de emociones y sensaciones, no tan racionales, me rondan cuando escribo y cuando siento y cuando pienso y cuando vivo.


En el laboratorio tiene lugar la fusión de todos los componentes, a veces precipitan entre ellos y la contradicción está presente, otras veces debo destilar para separar y entender lo que cada componente de una reacción quiere decir. Y la solución a todas las reacciones suele ser la que un griego llamado Aristóteles nos dio hace miles de años, “en el término medio está la virtud”, equilibrio a veces inalcanzable.


La necesidad de escribir no hace mucho que se ha convertido en imprescindible en mi vida. Borrador a borrador expreso esa parte de mí escondida, que no todos pueden llegar a conocer y que ni yo misma alcanzo a ver. A través de la escritura estoy elaborando un complejo paquete con todas las piezas de mi puzzle. Nunca me gustaron los puzzles.


Quien logra sacar mi esencia a través de la lectura de mis escritos tiene en su poder una parte de mí que seguramente no tengan los que me conocen sólo personalmente. Quien sólo me conoce personalmente tiene en su poder una parte de mí que quizá no tengan los que sólo leen mis escritos. Me puedes sentir e intuir de las dos maneras, las dos son reales. Su complemento me da forma, me define, su complemento es el secreto para terminar el puzzle con éxito.

He descubierto que también escribo sobre lo que imagino. Las fronteras entre “Yo” y lo que me imagino se fusionan. De esta forma este “ensayo novelado” o “novela ensayada” que se gesta en estos borradores puede llegar a sorprenderme, pues aún desconozco las dosis de imaginación y realidad con la que seguiré escribiendo. Por eso no os creáis nada, todo es mentira quizá, todo es verdad, seguramente. Mis ojos no saben mentir pero mi mente sí sabe volar a otros mundos.


No hablo igual que escribo, si escribiese igual que hablo no escribiría, hablaría. Aparece a veces mi terrenal signo zodiacal con su sentido práctico, pero quizá mi signo ascendente le lleva la contraria y las metáforas poco prácticas me camuflan entre las letras. Deseo que entiendas mis palabras y mi mensaje, a veces se oyen las palabras pero no se escuchan, si las lees quiero que su significado mueva algo en ti. No me interesa leer de otros ni tejer en mis escritos complejas telas de letras cuyo significado sólo es claro para el autor y algún lector protagonista. Quiero tejer hermosas telas reales y accesibles que a través de la palabra oral no moverían sensaciones. Ni siquiera para mí.


De Juan José Millás me quedo con su bisturí eléctrico, ese que cicatriza las heridas en el momento de abrirlas, también para mí escribir comienza a ser la cirugía necesaria. También es mi dieta depurativa y natural, mi zumo refrescante y reconstituyente. Mi canción para llorar, también.

Las palabras son un regalo, son tan poderosas…


Si tengo que elegir, elijo el arte sin palabras, ese que participa en el arte de quitar el vestido, cuando mirando a los ojos y tocando las manos la sensación de paz y la energía que fluye es tan bella que el silencio es más poderoso y las letras se convierten en algo tan mundano que son innecesarias…
Elijo vivir con el arte de ser uno mismo, transparente, elijo sentir...cuando no hace falta hablar por que lo que transmites a los demás con una mirada, con una caricia, con una sonrisa es maravilloso...


Continuará...

5 comentarios:

María José dijo...

Que suerte tengo yo que te escucho y te leo. ¡Gracias!

Hadita dijo...

Pepaaaaaaaa!!!! la escuchas , la lees y la ves. Muy importante esto último ya que a veces como bien dice mi hermana una mirada dice demasiadas cosas.....

Marta Jiménez dijo...

Que expreses esa parte de tí escondida y forme parte de tu vida. Que el lector logre sacar tu esencia para disfrutar lo que logras sentir y que tu mente vuele muy alto siempre.
Que elijas sentir...pues lo maravilloso de esa palabra es que por si misma le invade el silencio para dar paso a aquello que no requiere palabra alguna.
Besitos

Mati dijo...

Raquelllllll!!! ya me he puesto al día en tu block, por fin!!! Prometo ya leer al día. Bueno guapa, te dejo que me voy a poner al día con el de Pepa. Un besazoooooooo :*

Elchiado dijo...

Una intimidad se vuelca en lo que escribes, casi siempre, siempre y cuando escribas desde el corazón. A mí me gusta jugar con las palabras, es como en tu laboratorio: experimentar con ellas, juntarlas, centrifugarlas, dejarlas caer... Pero, desde luego, aunque descubro muchas veces la belleza que encierran unas letras, en mi caso concreto, me sigo quedando con el silencio: porque es más el lenguaje de lo que se siente que las propias palabras. Besos escritos... y un silencio.