lunes, 14 de diciembre de 2009

SI ME QUITAS CON ARTE EL VESTIDO...

Como introducción a mi próxima entrada donde hablo sobre “El arte de quitar el vestido” os
regalo y dejo a vuestra disposición parte de un ensayo sobre las artes que descubrí en “Los renglones torcidos de Dios” una magistral novela de Torcuato Luca de Tena y que creo que merece salir a la luz por invitar a la reflexión y por ser Arte en sí misma. En cientos de libros podemos encontrar muchas y variadas definiciones de arte, es un concepto abierto y subjetivo, yo invento mi propio arte con el tema del vestido y elijo este fragmento por su racionalidad y simpleza, me gusta, simplemente…


“¿Qué piensa usted de las artes?

El arte es la ciencia de lo inútil, considero que el arte es tanto más sublime cuanto mayor es su inutilidad.
El hombre es el único animal que crea necesidades que nada tienen que ver con la subsistencia del individuo y con la reproducción de la especie. No le basta comer para alimentarse, sino que condimenta los alimentos, de modo que añadan placer a la satisfacción de su necesidad. No le basta vestirse para abrigarse, sino que añade, a esta función tan elemental, la exigencia de confeccionar su ropa con determinadas formas y colores. No se contenta con cobijarse, sino que construye edificios con líneas armoniosas y caprichosas que exceden de su necesidad…


Todo eso que está inútilmente añadido a la pura necesidad ya es Arte.


La gastronomía, la alta costura y la decoración son las primeras artes creadas por nuestra especie, porque representan los excesos inútiles añadidos a nuestras necesidades primarias de comer, abrigarse y guarecerse.


Cuando el espíritu creador del hombre se separó de las necesidades primarias nacieron las Grandes Artes: la Poesía, la Danza, la Música y la Pintura.
Considero a la Arquitectura, como a la Gastronomía, un añadido inútil a una necesidad primaria.


La Danza es una mímica sublimada…


La Pintura pertenece a un género superior, es más inútil todavía, la distancia entre lo necesario y lo que no sirve para nada, se hace tan grande, que la considero entre las primeras de las artes mayores...


La Poesía es paralela en méritos a la Pintura, aunque un tanto más inútil todavía…


"Mi corazón, como una sierpe
Se ha desprendido de su piel,
Y aquí la miro entre mis dedos

Llena de heridas y de miel"

Ni el corazón tiene una piel como la de las serpientes ni el corazón acostumbra a impregnarse del zumo de las abejas…y sin embargo este poemilla de García Lorca es arte puro.


La Música. ¿Qué mayor inutilidad que unir unos ruidos con otros ruidos que no expresan directamente nada y que pueden ser interpretados de mil distintas maneras según el estado de ánimo de quien los escuche? ¿A quien alimenta? ¿A quien abriga? ¿a quien cobija?...La música es la más inútil biológicamente hablando de todas las artes y por ello, por su pavorosa y radical inutilidad, es la más grande de todas las artes, la menos irracional, la más intelectual, la más espiritual, la más humana…”

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EL ARTE DE QUITAR ELVESTIDO



Lo inútil deja de ser inútil cuando es vital para llenarme de vida...


Ahora, sólo quiero la debilidad que me produce que me quites con arte el vestido...y que cada noche sea una sorpresa que termine con el alba…


Que mis ojos te hablen, que mis labios te miren, que tus ojos me acaricien, que tus labios me lean…Ésto para mí es Arte.


El Arte necesita de esa chispa que alimenta la inspiración, debe beber de ella para existir, para ser, para expresarse, para hacer sentir...La chispa es un regalo, una sorpresa que aparece quizá cuando menos lo esperas, pero sin ella no hay Arte en ninguna de sus expresiones.


El Arte de quitar el vestido, que es el arte que ahora ocupa mis reflexiones, deseos o experiencias, más que el de escribir una novela, es un arte complejo pues su etiología y diversidad de factores crean multitud de posibles formas para todos los gustos y preferencias, ninguna mejor ni peor que la otra, distintas técnicas y distintas obras para toda clase de coleccionistas.


El Arte literal de quitar un vestido es la parte superficial, la quedo en manos de los implicados en tal hazaña.


Puede ser Arte el deseo en tus ojos, puede ser arte desnudarme sin desnudarme, de una manera tan sutil que las pieles se fusionan sin haber sentido la desaparición de la tela. Puede ser Arte que tan solo con tus ojos el vestido se esfume de mi cuerpo y desnuda me acerque a tu boca. Puede ser Arte no quitarme el vestido, que te pierdas entre mis piernas sintiendo la humedad sin haber rozado mi cuerpo. Puede ser Arte reír ante la torpeza que provocan los nervios. Puede ser Arte un te quiero que termina al despertar. Puede ser Arte que tiembles pensando en mi cuerpo desde la distancia, en el tiempo. Puede ser Arte lo que tú quieras, lo que tú sientas…


Es Arte que desnude ante ti mi alma, que me mires y consigas verme, que me oigas y consigas escucharme. El cuerpo puede estar desnudo pero encerrado en una cárcel donde no hay ventanas. El cuerpo desnudo no es arte si está atado por cadenas a las profundidades de un océano.


El Arte está en la transparencia, en un jardín infinito donde puedes ver todo lo que soy, donde puedo ver todo lo que eres, aunque dure un instante. Eso para mí es Arte.


El Arte necesita beber de esa chispa, en este arte dual la chispa debe ser dual también, por lo tanto no es responsabilidad del artista cómo será el resultado final de la obra, pues la chispa a veces ha viajado a otro lugar o nunca ha estado. Si las dos chispas chocan el Arte está asegurado a nivel sensorial, el cuerpo estremecido nos lo hará saber y el leve roce de la piel será Arte. A otros niveles de más desnudez puede haber Arte o no. Las formas de Arte no son descartables, son acumulables y la expresión perfecta de Arte se puede producir con un poco de suerte, sólo necesitamos el regalo de la chispa y la capacidad y libertad para dejarla fluir hasta el infinito…imaginación, deseo…

¿Cómo te quitaría el traje con Arte? Mi opinión sobre el Arte no distingue sexos, el deseo, la imaginación, la libertad y la chispa quitan igual un vestido que un traje.
Aunque por naturaleza y generalizando quitar un traje literalmente es tan sencillo que no hace falta contarlo, puede estar muy fácilmente carente de Arte, pero la elección de esta carencia es libre del dueño del traje y la dueña del vestido, siempre ha habido armarios aburridos y armarios vacíos.

Siempre veraneo en playas nudistas, me es fácil dejar que la piel sea mi único vestido.

¿Cómo te quitaría el traje con Arte? Ya lo estoy haciendo, ya lo estas sintiendo, ya lo has imaginado, ya ha pasado…Desnudarte sin desnudarte, para mí también es arte...

1 comentario:

Marta Jiménez dijo...

Artista, que ves el arte donde pocos ven...ME ENCANTA !!!